Comenzó el primer proyecto LIFE, con fondos suficientes en 2002. En 2003, se pone en marcha el programa de cría en cautividad. En 2005 nace en El Acebuche la primera camada. En el periodo de 2002 a 2006 se consigue pasar de 94 ejemplares a 177.
El segundo LIFE comenzó en 2006. Desde 2009, se han realizado reintroducciones en zonas de distribución histórica. Aquí se encontraron con un problema grave, una enfermedad crónica en cautividad, la conocida como Enfermedad Renal Crónica (ERC) que se debía a que se les aportaba una dosis de vitaminas superior que la que fijaba el prospecto.
Simultáneamente, en Doñana tuvo lugar en el campo un brote de Leucemia Felina. Se capturaron machos y se les hicieron unas pruebas serológicas para detectar la enfermedad. Se descubrió que los machos eran los que presentaban más está enfermedad y observaron el brote coincidía con el celo, transmitiendo la enfermedad por la saliva en las peleas por acaparar más territorio. Los ejemplares que daban positivo eran retirados, mientras que los que daban negativo se vacunaron. Aun así en este LIFE se duplicó el área estable con refuerzo genético y en 2011 se contabilizaron más de 300 ejemplares.
El último LIFE, Iberlince 2011-2018. Pasó de estar considerada como especie en peligro crítico de extinción a en peligro de extinción en 2012, según la IUCN. En 2016, había más de 400 individuos adultos en estado salvaje. En el último censo de 2018 se contabilizaron 650 ejemplares (más de 400 linces en Andalucía y algo más de 200 en el resto). Aquí el problema fue el desplome del conejo de monte, debido a otro brote de enfermedad hemorrágico-vírica.
Actualmente hay más de 800 linces en la Península Ibérica. Es muy importante llevar a cabo un seguimiento de las poblaciones, este se realiza con cámaras de fototrampeo, así se censan sus poblaciones y se analiza cómo se comportan. Asimismo, se utilizan collares con GPS en un gran número de ejemplares, de esta forma puede conocerse su caza ilegal, dispersión, rutas habituales, dónde están los puntos críticos en los que se producen atropellos o por dónde cruzan las carreteras.
El futuro se presenta con un nuevo LIFE que pretende conectar los núcleos de población y la presa. Hay que intentar que no disminuya la variabilidad genética, la cual de por sí ya es baja. Por ello, se debe intentar que se produzca intercambio genético entre los diferentes núcleos.
En resumen, es fundamental trabajar cooperando en estas dos ramas:
Conservación in situ: establecer poblaciones saludables de la especie. Puntos clave:
1. Control y seguimiento de las poblaciones silvestres.
2. Manejo del hábitat.
3. Recuperación del conejo de monte. Se están iniciando programas en este ámbito.
Conservación ex situ: cría de animales para su reintroducción y animales cautivos como almacén genético. Existen 4 centros de cría en cautividad: La Olivilla, El Acebuche, Zarza de Granadillo (estos tres son españoles) y Silves (portugués).
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Lobo ibérico - iberofauna.com · a las
[…] fue la causa? Que solo podía cazarse en determinadas épocas del año (como ocurrió con el Lince Ibérico). En ese momento su cifra aproximada era de 400 ejemplares en toda la […]